Reynaldo José Krautz era un fanático de los tatuajes. Además de tener uno con el nombre de "Johana" también tenía otro más en la espalda en donde indicaba: "Solo Dios puede juzgarme". 

Tal vez era criticado por algunos y de esta manera quiso dejar en claro que nadie tenía derecho a juzgarlo. Solo Dios. La foto que evidencia este tatuaje fue suministrada a Zona Cero por parte de un investigador del caso. 

En su perfil en Facebook mostraba que había viajado en varias ocasiones a Bogotá y Cali, y que además estimada mucho a su familia, que hoy llora su trágico final luego que restos de su cuerpo fueran hallados el sábado en la noche en una vivienda sin nomenclatura en el barrio Bendición de Dios, sector que no coincide en nada con su nombre porque allí se han ejecutado los más infernales y sangrientos crímenes que hayan ocurrido en la historia reciente en Barranquilla.

El desmembramiento de Reynaldo no es el único caso que ha ocurrido en esa zona de la ciudad. La saguinidad con que han matado allí, confirma que existe una verdadera 'mano criminal' que usa los inmuebles de madera como verdaderas 'Casas de Pique' y en las que las autoridades deben intervenir para desmantelar de una buena vez estas organizaciones al margen de la Ley que solo generan zozobra y terror en la comunidad barranquillera.

Según el general Mariano Botero, comandante de la Policía Metropolitana, Reynaldo fue ejecutado de esa manera al mejor estilo de los narcotráficantes mexicanos por orden de Digno Palomino, el delincuente más buscado por las autoridades y que lleva ya varios años en la lista de los más buscados. Sin embargo, siempre se las arregla para huir del cerco policial.

La ciudadanía solo espera que estas atrocidades dejen de suceder en Barranquilla, una ciudad caribeña de mucho progreso pero que la empañan sucesos tan tenebrosos como estos.